Ha pasado mucho tiempo y hace apenas un dolor llegue al silencio, no es este camino oscuro lo que me tiembla, sino tu nombre siempre al escribirlo a pulso y de memoria. Hablaste de nuevo a mi teléfono, nuestro silencio ya no fue perfecto y a mí me empezaron a hacer falta las palabras. Confusión, sólo confusión, volví a vivir el sobresalto de recuperar tu voz. No sabría decir si me mataría la espera o el olvido. Cerré mis ojos y pensé, alguien me falta aquí, al parecer lo que pretendo es hundirme en la cuenta de los días para que en ellos me aturda tratando de disimular la ausencia.
Florencia, Caquetá
Colaboración de Michael Ramón
Colombia